Las temidas medusas tóxicas, conocidas como “carabela portuguesa” (Physalia physal), han vuelto a hacer acto de presencia en las playas de Mazagón. Esta vez le ha tocado el turno a la playa de Ciparsa, donde el pasado domingo aparecieron varios ejemplares, sorprendiendo a pescadores, paseantes y bañistas.
El pasado 5 de abril el Ayuntamiento de Moguer decidió cerrar al baño la playa del Parador, prohibiendo el tránsito peatonal por la orilla para salvaguardar la seguridad de los usuarios ante la presencia de estas medusas. Unos días después, al comprobar que habían desaparecido y que no existía ningún peligro, se levantó la prohibición.
Estas medusas, procedentes de las costas canarias, comenzaron a aparecer en las playas de Cádiz, donde también fue prohibido el baño por su peligrosidad, extendiéndose más tarde a las playas onubenses. Su aspecto es como el de una bolsa de plástico transparente inflada, con tentáculos de un color azulado, son muy atractivas visualmente y pueden llamar la atención de los niños.
El contacto con ellas puede producir inflamación, quemazón, vómitos, mareos, dificultad respiratoria e incluso paro cardíaco. Las recomendaciones son no tocarlas, ya que las toxinas siguen activas varios días después de su muerte; y ante una picadura no frotarse la herida y lavarla con agua del mar o con vinagre.
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