Estas medusas comenzaron a aparecer hace unos días en las playas de Cádiz, donde han prohibido el baño por su peligrosidad y recomiendan a la población que no toquen ni recojan estas medusas, ya que las toxinas siguen activas varios días después de su muerte.
Su aspecto es como el de una bolsa de plástico transparente inflada, con tentáculos de un color azulado, son muy atractivas visualmente y pueden llamar la atención de los niños.
El contacto con ellas puede producir inflamación, quemazón, vómitos, mareos, dificultad respiratoria e incluso paro cardíaco. Las recomendaciones son no frotarse la herida y lavarla con agua del mar o con vinagre
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